Matrimonio

2 de Corintios 6: 14/15

14No se unan ustedes en un mismo yugo con los que no creen. Porque ¿qué tienen en común la justicia y la injusticia? ¿O cómo puede la luz ser compañera de la oscuridad? 15No puede haber armonía entre Cristo y Belial, ni entre un creyente y un incrédulo.

Con toda seguridad podemos afirmar que las causas del mal funcionamiento de las familias y en especial de la familia Cristiana, tiene que ver con la ignorancia de los principios sobre los que Dios manda que se edifique la familia.

El primer principio ha de ser el de la igualdad de de fe entre los cónyuges, entre el hombre y la mujer que han decido unirse para dar origen a una nueva familia. Dios nos dice; Si ustedes se unen en matrimonio, por razones diferentes a las que Yo he establecido, ese matrimonio carecerá de armonía, de la comunión en su fe, no serón uno en su dependencia del mismo Dios.

El carecer de la armonía en la dependencia y amor por el mismo Dios, traerá como consecuencia, la practica de la injusticia, traducida en los errores de actuación de cada cónyuge, que se vera afectado de diferentes maneras, porque la injusticia como pecado, se basa en la falta de amor y tarde o temprano dejara al descubierto que las razones por las que la pareja decidió casarse, no tuvieron como base el amor real, sino tal vez la pasión erótica y el deseo mal enfocado.

Lo que la palabra de Dios llama yugo desigual, se cumple perfectamente en una unión matrimonial con miras a formar una familia, en la que uno de los dos conyuges, se convertirá en una carga tarde o temprano. En estos casos mas temprano que tarde.