Lo que es solo, ...

Lucas 6: 46/49 Jesús continuó diciendo: «Ustedes dicen que yo soy su Señor y su dueño, pero no hacen lo que yo les ordeno. Si alguien se acerca a mí, y escucha lo que yo enseño y me obedece, es como el que construyó su casa sobre la roca. Hizo un hoyo profundo, hasta encontrar la roca, y allí puso las bases. Cuando vino una inundación, la corriente de agua pegó muy fuerte contra la casa. Pero la casa no se movió, porque estaba bien construida. »En cambio, el que escucha lo que yo enseño y no me obedece, es como el que construyó su casa sobre terreno blando. Vino la corriente de agua y pegó muy fuerte contra la casa; la casa enseguida se vino abajo y se hizo pedazos.» TLAD.

... arena, víboras y escorpiones, se llama desierto; su formación empieza con una muy pequeña, muy poco notoria erosión del gran valle, cubierto de verdor y de bosques, y de ríos, y de vida en toda clase de formas; terreno fértil en el que crece todo, y se cultiva todo lo que es necesario para conserva la "vida".

Así nuestro huerto, nacido de la obra Divina en que Cristo Jesús, nos restauró, regenerando el peligroso y mortal desierto que éramos, podría estar amenazado por la erosión, aquella que aprovechará muy bien, nuestro descuido, separándonos del Padre que cuida nuestra vid. 

Asi empezaremos a ser "pámpanos", sin vida, porque la Sabia del Amor y Poder de Cristo, ya no circulan en nuestro interior, marchitándonos cada día, más y más, hasta que quizás llegue el tiempo en que seamos cortados, en que seamos Podados y arrojados al fuego.    

Juan 15: 1/7
Jesús continuó diciendo a sus discípulos :  «Yo soy la vid verdadera, y Dios mi Padre es el que la cuida. Si una de mis ramas no da uvas, mi Padre la corta; pero limpia las ramas que dan fruto para que den más fruto. Ustedes ya están limpios , gracias al mensaje que les he anunciado. »Si ustedes se mantienen unidos a mí, yo me mantendré unido a ustedes. Ya saben que una rama no puede producir uvas si no se mantiene unida a la planta. Del mismo modo, ustedes no podrán hacer nada si no se mantienen unidos a mí. »El discípulo que se mantiene unido a mí, y con quien yo me mantengo unido, es como una rama que da mucho fruto; pero si uno de ustedes se separa de mí, no podrá hacer nada. Al que no se mantenga unido a mí, le pasará lo mismo que a las ramas que no dan fruto: las cortan, las tiran y, cuando se secan, les prenden fuego. »Si ustedes se mantienen unidos a mí y obedecen todo lo que les he enseñado, recibirán de mi Padre todo lo que pidan. TLAD.





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