Stigmata, ...

2 de Corintios 4: 10/11 A dondequiera que vamos, todos pueden ver que sufrimos lo mismo que Cristo, y que por obedecerlo estamos siempre en peligro de muerte. Pero también pueden ver, por medio de nosotros, que Jesús tiene poder para dar vida a los muertos. Y así, mientras que nosotros vamos muriendo, ustedes van cobrando nueva vida. TLAD.

... o estigmata, es la explicación a lo que en forma sencilla es señal, lo que en lenguaje común los seres humanos llaman estigma, modo muy conveniente como ser ha discriminado por milenios a los seres humanos, principalmente por razones religiosas, pero que en lenguaje Divino, no es otra cosa que el fruto de ser el templo en que Cristo Jesús habita.

Resulta apenas "lógico", que el cuerpo de las personas, que han aceptado a Cristo Jesús como su Señor, como su dueño, y que saben con plena certeza que todo lo que son le pertenece a El, sepan también que El cumplirá su propósito, por la participación de cada cristiano en la obra de extender el amor y la justicia por el mundo, mediante su completa obediencia. 

La reacción de Satanás contra Cristo Jesús, por medio de la religión, su mas eficaz instrumento, mueve a los seres humanos, a manifestarse en la plenitud de su naturaleza humana, carnal y diabólica, infligiendo en el diario vivir, los sufrimientos que le causaron y le causan a Cristo Jesús, en las personas que lo habitan, produciendo la normal y física señal en sus cuerpos.

La hollywood religiosa, ha montado escenarios en los que se muestra a los falsos miembros de las autodenominadas iglesias universales cristianas, siendo en verdad las mas grandes expresiones de la idolatría, la burla sacrílega de los efectos que ellos mismos le causaron al redentor durante su pasión y martirio, dejando claro, para ellos, otro motivo de eterna condenación.

Otros de los que quizás se ven y se sienten independientes de todo esto, se infligen corporalmente toda clase de señales y cortaduras y marcas, para demostrar su atroz disparate, que declaran como amor, por los dioses que adoran y por los que son capaces de todo, con tal de rendirles adoración y consumar su idolatría, atrayendo nuevas y seguras maldiciones sobre si mismos.

Levítico 19: 27/28 »No recorten las patillas de su cabello ni se afeiten la barba completamente, ni se hagan heridas ni tatuajes, como una manera de rendir culto a los muertos. Yo soy el Dios de Israel. TLAD.

Ezequiel 7: 17/19 A todos les temblarán las rodillas, y no tendrán fuerza en los brazos. Se vestirán de luto y se llenarán de terror; irán con la cara avergonzada y con la cabeza rapada. Tirarán a la calle su oro y su plata, como si fueran basura. Ese día descargaré mi ira, y nada podrá salvarlos, ni siquiera su oro y su plata, pues fueron la causa de sus pecados. Todas esas riquezas no podrán quitarles el hambre ni llenarles el estómago. TLAD.

Romanos 11: 3/4 Allí Elías le dice a Dios: «Señor, han matado a tus profetas y han destruido tus altares. Yo soy el único profeta que queda con vida, y también a mí me quieren matar.» Pero Dios le contesta: «Todavía tengo siete mil israelitas que no han adorado al falso dios Baal.» TLAD.
 
La costumbre de hacerse heridas-incisiones, tatuajes-, en señal de duelo formaba parte de un rito funerario en honor Baal, el dios de la fertilidad, conforme a 1 de Reyes 18: 28. 

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