El escenario, ...
Joel 2: 13 ¡Arrepiéntanse y vuelvan a mí, pero háganlo de todo corazón, y no sólo de palabra! Yo soy tierno y bondadoso, y no me enojo fácilmente; yo los amo mucho y estoy dispuesto a perdonarlos”. TLAD.
... no podía ser otro que el "escritorio", al que ha de acudir todo ser humano, para entender que los planes de "vida", siempre tendrán como base, el amor o el odio, la justicia o la injusticia, el órden o el caos, la armonía o la esquizofrenia; únicamente ante la cruz del calvario, tenemos la respuesta final a quien es Dios y quienes somos nosotros.
La cruz es el escenario, en el que todo ser humano, obrando como el trabajador que para cumplir con su labor, toma posición en su "escritorio" desde el cual, con toda atención y cuidado, en plena conciencia de las capacidades, que le permiten ocupar el escritorio, ejecuta lo necesario para cumplir cabalmente con su trabajo.
La cuidadosa atención en que cada quien sabe lo que es y lo que puede hacer, lo llevará sin duda al lugar, en que, lo que sabe hacer es indispensable; lo que es igual a comprender que desde el escritorio en el que sabemos quienes somos, conoceremos en persona, a Aquel para el que trabajamos, de modo que lo que sucede es que Dios nos asignará el perfecto lugar en el que le seamos útiles.
Juan 21: 15/17 Cuando acabaron de desayunar, Jesús le dijo a Simón Pedro: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas más de lo que me aman ellos? Pedro le contestó: —Sí, Señor. Tú sabes que te amo. Jesús le dijo: —Cuida a mis ovejas . Jesús le dijo por segunda vez: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro le contestó: —Sí, Señor. Tú sabes que te amo. Jesús le dijo: —Cuida a mis ovejas. Jesús le dijo por tercera vez: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro se puso triste porque Jesús le había preguntado ya tres veces si lo amaba. Entonces Pedro le dijo: —Señor, tú lo sabes todo. Sabes que te amo. Jesús le dijo: —Cuida a mis ovejas. PDT.
... no podía ser otro que el "escritorio", al que ha de acudir todo ser humano, para entender que los planes de "vida", siempre tendrán como base, el amor o el odio, la justicia o la injusticia, el órden o el caos, la armonía o la esquizofrenia; únicamente ante la cruz del calvario, tenemos la respuesta final a quien es Dios y quienes somos nosotros.
La cruz es el escenario, en el que todo ser humano, obrando como el trabajador que para cumplir con su labor, toma posición en su "escritorio" desde el cual, con toda atención y cuidado, en plena conciencia de las capacidades, que le permiten ocupar el escritorio, ejecuta lo necesario para cumplir cabalmente con su trabajo.
La cuidadosa atención en que cada quien sabe lo que es y lo que puede hacer, lo llevará sin duda al lugar, en que, lo que sabe hacer es indispensable; lo que es igual a comprender que desde el escritorio en el que sabemos quienes somos, conoceremos en persona, a Aquel para el que trabajamos, de modo que lo que sucede es que Dios nos asignará el perfecto lugar en el que le seamos útiles.
Juan 21: 15/17 Cuando acabaron de desayunar, Jesús le dijo a Simón Pedro: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas más de lo que me aman ellos? Pedro le contestó: —Sí, Señor. Tú sabes que te amo. Jesús le dijo: —Cuida a mis ovejas . Jesús le dijo por segunda vez: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro le contestó: —Sí, Señor. Tú sabes que te amo. Jesús le dijo: —Cuida a mis ovejas. Jesús le dijo por tercera vez: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro se puso triste porque Jesús le había preguntado ya tres veces si lo amaba. Entonces Pedro le dijo: —Señor, tú lo sabes todo. Sabes que te amo. Jesús le dijo: —Cuida a mis ovejas. PDT.
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