Has sido, ...

Lucas 17: 15/19 Uno de ellos, al verse sano, regresó alabando a Dios a gritos. Y se echó sobre sus rodillas, tocando con su rostro el suelo, a los pies de Jesús, y le dio las gracias. Este hombre era samaritano. Jesús preguntó: —¿No eran diez los que quedaron sanos? ¿Dónde están los otros nueve? ¿Sólo este extranjero regresó a dar gloria a Dios? —Y le dijo al hombre—: Levántate y vete. Tu fe te ha sanado. NBD.

...sanado, has recibido la vida, tu fe te ha sanado, porque esa esa fe ha sido centrada en Mi, es la fe que antes te movía a los lugares de reunión religiosa respondiendo a las exigencias de cada grupo y de cada confesión y de cada nombre y de cada denominación, por tu fe has dejado de ser gente muerta en sus delitos y pecados practicando religión, por tu fe fundada en Mi, ahora eres cristiano, la vida que te he dado tiene propósito, y ese propósito será efectivo con cada paso que das siendo el que obedeció a mi mandato; ¡Sígueme!

Hebreos 12: 1/3 Por lo tanto, también nosotros, que tenemos tan grande nube de testigos a nuestro alrededor, liberémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante. Fijemos la mirada en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo que le esperaba sufrió la cruz y menospreció el oprobio, y se sentó a la derecha del trono de Dios. Por lo tanto, consideren a aquel que sufrió tanta contradicción de parte de los pecadores, para que no se cansen ni se desanimen. RVC. 

Efesios 2: 1/3 A ustedes, él les dio vida cuando aún estaban muertos en sus delitos y pecados, Vivían en pecado, igual que el resto de la gente, obedeciendo al diablo —el líder de los poderes del mundo invisible —, quien es el espíritu que actúa en el corazón de los que se niegan a obedecer a Dios. Todos vivíamos así en el pasado, siguiendo los deseos de nuestras pasiones y la inclinación de nuestra naturaleza pecaminosa. Por nuestra propia naturaleza, éramos objeto del enojo de Dios igual que todos los demás. RVC-NTV.

Santiago 2: 17/22 Así pasa con la fe: por sí sola, es decir, si no se demuestra con hechos, es una cosa muerta. Uno podrá decir: «Tú tienes fe, y yo tengo hechos. Muéstrame tu fe sin hechos; yo, en cambio, te mostraré mi fe con mis hechos.» Tú crees que hay un solo Dios, y en esto haces bien; pero los demonios también lo creen, y tiemblan de miedo. No seas tonto, y reconoce que si la fe que uno tiene no va acompañada de hechos, es una fe inútil. Dios aceptó como justo a Abraham, nuestro antepasado, por lo que él hizo cuando ofreció en sacrificio a su hijo Isaac. Y puedes ver que, en el caso de Abraham, su fe se demostró con hechos, y que por sus hechos llegó a ser perfecta su fe. DHH.

Hebreos 11: 8/11 Por la fe, Abraham obedeció la orden de Dios de ir a una tierra que iba a recibir como herencia y salió sin saber ni siquiera dónde quedaba ese lugar. Por la fe, Abraham vivió como inmigrante en la tierra prometida. Vivía en carpas lo mismo que Isaac y Jacob, porque Dios también les había hecho a ellos la misma promesa. Abraham obedeció porque quería ir a la ciudad que tiene bases eternas, una ciudad planeada y construida por Dios. PDT.

Galatas 3: 6/9,13/14 Dios aceptó a Abraham porque éste creyó en Dios. Esto significa que los verdaderos hijos de Abraham son los que tienen plena fe en Dios. Además, las Escrituras preveían el tiempo en que Dios salvaría también a los gentiles por medio de la fe. Dios le declaró esto a Abraham cuando le dijo: «Por medio de ti bendeciré a todas las naciones». Los que confían en Dios, pues, reciben las mismas bendiciones que Abraham recibió como hombre creyente. Cristo nos redimió de la maldición de la ley, tomando sobre sí mismo la maldición por amor a nosotros. Porque dicen las Escrituras que es «maldito el que es colgado en un madero». Y así sucedió para que ahora Dios pueda dar también a los gentiles la misma bendición que prometió a Abraham; y para que nosotros podamos recibir la promesa del Espíritu Santo a través de esta fe. NBD. 

Comentarios

Entradas populares