El amor, ...

Genesis 11: 1/4 En aquel tiempo todo el mundo hablaba el mismo idioma. Cuando salieron de la región oriental, encontraron una llanura en la región de Sinar y allí se quedaron a vivir. Un día se dijeron unos a otros: «Vamos a hacer ladrillos y a cocerlos en el fuego.» Así, usaron ladrillos en lugar de piedras y asfalto natural en lugar de mezcla. Después dijeron: «Vengan, vamos a construir una ciudad y una torre que llegue hasta el cielo. De este modo nos haremos famosos y no tendremos que dispersarnos por toda la tierra.» DHH.

... no fingido, es el calicanto con el que se edifican las únicas "torres" que no solo llegaran al cielo, sino que vivirán eternamente en él; El Amor es la autoridad en la que todo se da, nada se exige; El Amor genuino es la plenitud en que los niños son hechos el Templo en que Cristo Jesús habita en unión al Padre, durante el proceso divino que sostiene el Espíritu Santo, que obra desde el corazón de los padres que son los edificadores, para que llegado el tiempo del ejercicio de su libre albedrío, acepten y reciban al Amoroso Dios, que con su Amor los sostendrá en su constante crecimiento hacia el cielo.   

1 de Corintios 13: 1/9 Si yo tengo el don de hablar en lenguas humanas o angélicas y no tengo amor, soy como un metal que resuena o un platillo que hace ruido. Si tengo el don de profecía y sé absolutamente de todo, y no tengo amor, no soy nada. Y si tengo una fe tan grande que puedo hacer que los montes cambien de lugar, de nada me servirá sin amor. Si entrego a los pobres hasta el último bien terrenal que poseo, y si dejo que me quemen vivo, pero no tengo amor, de nada me servirá. El amor es paciente, es benigno; el amor no es envidioso; el amor no es presumido ni orgulloso; no se comporta con rudeza ni es egoísta ni se enoja fácilmente ni guarda rencor; al amor no le gustan las injusticias y se regocija cuando triunfa la verdad. El amor disculpa todos los errores, siempre confía en la persona amada, espera de ella lo mejor y todo lo soporta. Un día se dejará de profetizar y de hablar en lenguas, y el saber ya no será necesario, pues sabemos muy poco y profetizamos imperfectamente, pero siempre existirá el amor. NBD.

1 de Juan 4: 8,16/17 El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. Sabemos cuánto nos ama Dios porque hemos sentido ese amor y porque le creemos cuando nos dice que nos ama profundamente. Dios es amor, y el que vive en amor vive en Dios y Dios en él. Y al vivir en Cristo, nuestro amor se perfecciona cada vez más, de tal manera que en el día del juicio no nos sentiremos avergonzados ni apenados, sino que podremos mirarlo con confianza y gozo, sabiendo que él nos ama y que nosotros lo amamos también. NBD.

Juan 13: 34/35 »Les estoy dando un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros. Ámense tal como yo los amé. Todo el mundo se va a dar cuenta de que ustedes son mis seguidores si se aman los unos a los otros». PDT. Alguien puede decir: «Yo conozco a Dios», pero si no obedece sus mandamientos es un mentiroso y la verdad no está en su vida. Pues el amor llega a su perfección cuando uno obedece lo que Dios enseña. La prueba de que andamos bien con Dios es la siguiente: el que dice que permanece en Dios, debe vivir como vivió Jesús. 1 Juan‬ ‭2‬:‭ 4/6‬ PDT. 

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