Asi se, ...

Mateo 16: 21/23 21Desde ese momento, Jesús comenzó a decirles a sus discípulos lo que le iba a pasar: «Tendré que ir a Jerusalén, y los líderes del país, los sacerdotes principales y los maestros de la Ley me harán sufrir mucho. Allí van a matarme, pero tres días después resucitaré.» 22Entonces Pedro se llevó a Jesús aparte y lo reprendió por hablar así. Le dijo: —¡Eso no puede sucederte, Señor! ¡Que Dios nunca lo permita! 23Jesús se volvió y le dijo: —¡Pedro, estás hablando como Satanás! ¡Vete! Tú no entiendes los planes de Dios, y me estás pidiendo que los desobedezca. TLA.

... oye la voz de satanás, coherente, lógica, cargada de buenas intenciones, excelente expresión de la naturaleza humana, acerbo sentimental preparado para la traición, autoridad humana que trata de imitar el amor, insinuación basada en la tiranía que concita lo bueno que "soy", redondeo de argumentos que me hacen mejor que "este", inteligencia vieja que niega la madurez, sabiduría terrenal, humana, diabólica, posición dulzona, azucarada que desecha lo oido para atraer complicidad sobre lo que digo, panorama perfecto en que la falibilidad humana llega a la cima de la necedad en que sin saber, "sabemos", despropósito individual, navegando en el desconocimiento del propósito del "otro", exacta apologética de lo relativo, por circunstancial, emocional, sentimental.
 
Deuteronomio 13: 2/5  2Puede que surja un profeta o un visionario en medio de ti que anuncie una señal o un prodigio, 3y que te diga: “Vayamos tras otros dioses, que tú no conoces, para rendirles culto”. Aunque se cumplan la señal o el prodigio, 4no hagas caso de las palabras de ese profeta o de los sueños de ese visionario. Es que el Señor vuestro Dios os estará probando para saber si verdaderamente amáis al Señor vuestro Dios con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma. 5Seguid únicamente al Señor vuestro Dios y respetadlo; cumplid sus mandamientos y obedecedlo. Rendidle culto y manteneos fieles a él. BLP.  
 
Lamentaciones 2: 13/15 13¿Qué puedo decir de ti? ¿Quién ha visto alguna vez semejante dolor? Oh hija de Jerusalén, ¿con qué puedo comparar tu angustia? Oh virgen hija de Sión, ¿cómo puedo consolarte? Pues tu herida es tan profunda como el mar. ¿Quién puede sanarte? 14Tus profetas han declarado tantas tonterías; son falsas hasta la médula. No te salvaron del destierro exponiendo a la luz tus pecados. Más bien, te pintaron cuadros engañosos y te llenaron de falsas esperanzas. 15Todos los que pasan por tu camino te abuchean. Insultan a la bella Jerusalén[a] y se burlan de ella diciendo: «¿Es ésta la ciudad llamada “La más bella del mundo” y “La alegría de la tierra”?». NTV.
 
Jeremías 18: 14/18 14¿Acaso la nieve desaparece de las cumbres del Líbano? ¿Quedan secos los arroyos helados que fluyen de esas montañas distantes? 15Pero mi pueblo no es confiable, porque me ha abandonado; quema incienso a ídolos inútiles. Tropezó y salió de los caminos antiguos y anduvo por senderos llenos de lodo. 16Por lo tanto, su tierra quedará desolada, será un monumento a su necedad. Todos los que pasen por allí quedarán pasmados y menearán la cabeza con asombro. 17Como el viento del oriente desparrama el polvo, así esparciré a mi pueblo delante de sus enemigos. Cuando tengan dificultades, les daré la espalda y no prestaré atención a su aflicción». 18Entonces dijeron: “Vengan y tramemos planes contra Jeremías. Ciertamente la ley no le faltará al sacerdote, ni el consejo al sabio, ni la palabra al profeta. Vengan, vamos a herirlo con la lengua, y no hagamos caso a ninguna de sus palabras.” NBLH.
 
Lucas 10: 13/16 13»¡Qué aflicción les espera, Corazín y Betsaida! Pues, si en las perversas ciudades de Tiro y de Sidón se hubieran hecho los milagros que hice entre ustedes, hace tiempo sus habitantes se habrían arrepentido de sus pecados vistiéndose de tela áspera y echándose ceniza sobre la cabeza en señal de remordimiento. 14Así es, el día del juicio, les irá mejor a Tiro y Sidón que a ustedes. 15Y ustedes, los de Capernaúm, ¿serán honrados en el cielo? No, descenderán al lugar de los muertos[a]».16Entonces dijo a sus discípulos: «El que acepta el mensaje de ustedes me acepta también a mí. El que los rechaza a ustedes a mí me rechaza. Y el que me rechaza a mí rechaza a Dios, quien me envió». NTV.
 

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