! Así !, ...

Lucas 9: 57/62 ⁵⁷ Mientras caminaban, alguien le dijo a Jesús: —Te seguiré a cualquier lugar que vayas. ⁵⁸ Jesús le respondió: —Los zorros tienen cuevas donde vivir y los pájaros tienen nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene ni siquiera un lugar donde recostar la cabeza. ⁵⁹ Dijo a otro: —Ven, sígueme. El hombre aceptó, pero le dijo: —Señor, deja que primero regrese a casa y entierre a mi padre. ⁶⁰ Jesús le dijo: —¡Deja que los muertos espirituales entierren a sus propios muertos!^[a] Tu deber es ir y predicar acerca del reino de Dios. ⁶¹ Otro dijo: —Sí, Señor, te seguiré, pero primero deja que me despida de mi familia. ⁶² Jesús le dijo: —El que pone la mano en el arado y luego mira atrás no es apto para el reino de Dios. NTV. 

... como los barcos que se hacen a la mar, no dan marcha atrás, y cuentan con botes salvavidas, solo para tratar de afrontar el naufragio, así la Barca de la Salvación final, jamás dará macha atrás; dadas las Capacidades de su Capitán, es infalible en su navegar y se acerca a "cada puerto" unicamente para recoger los nuevos tripulantes que se unen a los que como ellos, son claves en el funcionamiento de la Barca, pues dependen indispensablemente unos de otros, semblanza exacta del hogar al que se dirigen; son uno del otro al ciento por ciento, por lo que es imposible la visión, en que "algunas de las ociosas vírgenes", usen "botes salvavidas" para devolverse dizque a comprar aceite, buscando en realidad la continuidad de sus inútiles, desérticas, estériles existencias basadas en el pecado.

Lucas 6; 46/49 ⁴⁶ »¿Por qué me llaman ustedes “Señor, Señor”, y no hacen lo que les digo? ⁴⁷ Voy a decirles a quién se parece todo el que viene a mí, y oye mis palabras y las pone en práctica: ⁴⁸ Se parece a un hombre que, al construir una casa, cavó bien hondo y puso el cimiento sobre la roca. De manera que cuando vino una inundación, el torrente azotó aquella casa, pero no pudo ni siquiera hacerla tambalear porque estaba bien construida. ⁴⁹ Pero el que oye mis palabras y no las pone en práctica se parece a un hombre que construyó una casa sobre tierra y sin cimientos. Tan pronto como la azotó el torrente, la casa se derrumbó, y el desastre fue terrible.» NBD.