! Carácter !, ...

2 Samuel 22: 25/29 25el Señor ha visto la limpieza de mis manos, y por eso ha recompensado mi justicia. 26 »Señor, tú eres fiel con el que es fiel, e intachable con el que es intachable. 27Juegas limpio con quien juega limpio, pero al tramposo le ganas en astucia. 28Tú salvas a los humildes,
pero humillas a los soberbios. 29Señor, mi Dios, tú mantienes mi lámpara encendida; ¡tú eres la luz de mis tinieblas! RVC. 5No crean que la Escritura dice en vano: «Ardientemente nos desea el Espíritu que él ha hecho habitar en nosotros.» 6Pero la gracia que él nos da es mayor. Por eso dice: «Dios se opone a los soberbios, y da gracia a los humildes.» 7Por lo tanto, sométanse a Dios; opongan resistencia al diablo, y él huirá de ustedes. Santiago 4: 5/7 RVC.

… la forma como se manifiesta la conducta humana, establece su "proceder", define los lineamientos de su identidad, la generalmente llamada "personalidad"; es por simple, el ámbito de su presencia individual que pretende diferencia, mas allá de las reales diferencias registradas por El Creador, en los rasgos físicos, cuyas "huellas", son perfectamente irrepetibles, individuales, enmarcadas por el "centro" de operaciones, la mente-alma- que las hace efectivamente "personales".

Por tanto, a pesar de las genuinas diferencias que El creador le da a sus criaturas, prevalece la igualdad en que proceden, esto es en que "existen", reflejando el carácter "dominante", del orgullo que se basa en el odio, ó el humilde que se basa en el amor; el orgullo que opera sobre la base de sus "derechos", la humildad que se encumbra en hacer efectivos los derechos de los "demás"; es la explicación Divina a la genética como efecto de la paternidad.

1 de Juan 3: 5/10 5Además, ustedes saben que Jesús se hizo hombre para quitar nuestros pecados y que él jamás cometió pecado. 6El que permanece cerca de él no practica el pecado; pero el que vive entregado al pecado nunca lo ha visto ni conocido. 7Hijitos, no se dejen engañar: el que practica la justicia es justo, como Jesús es justo. 8El que practica el pecado pertenece al diablo, porque el diablo comenzó a pecar desde el principio. Pero el Hijo de Dios vino a destruir las obras del diablo. 9El que ha nacido de Dios no practica el pecado, porque la vida de Dios está en él; no puede vivir entregado al pecado porque ha nacido de Dios. 10Uno puede saber quién es hijo de Dios y quién es hijo del diablo. El que no practica la justicia ni ama a su hermano demuestra que no es hijo de Dios. NBV. Negrilla agregada por V.de.C.

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