! descubierta !, ...

Juan 6: 49/55 49 Vuestros antepasados comieron el maná en el desierto y, sin embargo, murieron. 50 Este, en cambio, es el pan que ha bajado del cielo para que, quien lo coma, no muera. 51 Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo voy a dar es mi carne, entregada para que el mundo tenga vida. 52 Esto suscitó una fuerte discusión entre los judíos, que se preguntaban:— ¿Cómo puede este darnos a comer su carne? 53 Jesús les dijo: — Os aseguro que, si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros. 

54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. 55 Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. BLP. 39 Uno de los criminales también empezó a insultarlo: —¿No eres el Mesías? ¡Entonces sálvate a ti mismo y a nosotros también!40 Pero el otro criminal lo reprendió y le dijo: —¿Es que no tienes temor de Dios? ¿Acaso no estás bajo la misma sentencia? 41 Tú y yo merecemos morir por lo que hicimos, pero este hombre no ha hecho nada malo. 42 Luego le dijo: —Jesús, acuérdate de mí cuando comiences a reinar. 43 Entonces Jesús le dijo: —Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso. Lucas 23: 39/43 PDT.

... la mortal desnutrición en que la humanidad languidece segundo a segundo; puesta al descubierto la carta de satanás el chef impostor, el menú con el que el dios de este mundo satisfizo la arrogante exhibición humana, social y religiosa, armada con madera, heno y hojarasca, mamposteada con injusticia-pecado-, apuntalada con odio y embellecida con egoísmo, los así descubridores optan por acudir al lugar del sacrificio del cordero prometido por el Padre, para participar del sublime sacrificio y ser salvos de la inminente muerte que se cernía irremediable sobre ellos.

Lucas 13: 1/5 1En aquel tiempo vinieron algunos a contarle a Jesús lo que les había pasado a unos de Galilea. Pilato los había matado mientras estaban adorando a Dios, y había mezclado su sangre con la de los animales que estaban sacrificando. 2 Jesús les respondió: «¿Ustedes piensan que lo que les pasó a ellos fue porque eran más pecadores que la demás gente de Galilea? 3 ¡No! Pero les digo que si ustedes no cambian su manera de pensar y de vivir, morirán también como ellos. 4 O miren lo que les pasó a los dieciocho que murieron cuando la torre de Siloé les cayó encima. ¿Piensan que eso les pasó porque eran más culpables que el resto de la gente que vivía en Jerusalén? 5 ¡No! Pero les digo que si ustedes no cambian su manera de pensar y de vivir, morirán también como ellos». PDT.

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