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Isaías 65: 1/15 1El Señor dice: «Estaba listo para responder, pero nadie me pedía ayuda; estaba listo para dejarme encontrar, pero nadie me buscaba. “¡Aquí estoy, aquí estoy!”, dije a una nación que no invocaba mi nombre.[a] 2 Todo el día abrí mis brazos a un pueblo rebelde.[b] Pero ellos siguen sus malos caminos y sus planes torcidos. 3 Todo el día me insultan en mi propia cara al rendir culto a ídolos en sus huertos sagrados y al quemar incienso en altares paganos. 4 De noche andan entre las tumbas para rendir culto a los muertos.
Comen carne de cerdo y hacen guisos con otros alimentos prohibidos. 5 Sin embargo, se dicen unos a otros: “¡No te acerques demasiado, porque me contaminarás! ¡Yo soy más santo que tú!”. Ese pueblo es un hedor para mi nariz; un olor irritante que nunca desaparece.

6 »Miren, tengo escrito mi decreto[c] delante de mí: no me quedaré callado; les daré el pago que se merecen. Sí, les daré su merecido, 7 tanto por sus propios pecados, como por los de sus antepasados —dice el Señor—. También quemaron incienso en los montes y me insultaron en las colinas. ¡Les daré su merecido! 8 »Pero no los destruiré a todos —dice el Señor—. Tal como se encuentran uvas buenas en un racimo de uvas malas (y alguien dice: “¡No las tires todas; algunas de ellas están buenas!”), así mismo, no destruiré a todo Israel. Pues aún tengo verdaderos siervos allí. 9 Conservaré un remanente del pueblo de Israel[d] y de Judá, para que posea mi tierra. Aquellos a quienes yo escoja la heredarán y mis siervos vivirán allí. 10 La llanura de Sarón se llenará nuevamente de rebaños para mi pueblo que me busca, y el valle de Acor será lugar de pastoreo para las manadas.

11 »Pero como el resto de ustedes abandonó al Señor y se olvidó de su templo, y como preparó fiestas para honrar al dios de la Fortuna y le ofreció vino mezclado al dios del Destino, 12 ahora yo los “destinaré” a ustedes a la espada. Todos ustedes se inclinarán delante del verdugo. Pues cuando los llamé, ustedes no me respondieron; cuando hablé, no me escucharon. Pecaron deliberadamente —ante mis propios ojos— y escogieron hacer lo que saben que yo desprecio». 13 Por lo tanto, esto dice el Señor Soberano: «Mis siervos comerán, pero ustedes pasarán hambre. Mis siervos beberán, pero ustedes tendrán sed. Mis siervos se alegrarán, pero ustedes estarán tristes y avergonzados. 14 Mis siervos cantarán de alegría, pero ustedes llorarán de angustia y desesperación. 15 El nombre de ustedes será una maldición entre mi pueblo, porque el Señor Soberano los destruirá y llamará a sus verdaderos siervos por otro nombre. NTV. 

... muy grande, de apariencia exuberante, apetitoso a la vista, pero mortalmente venenoso, pues "las que parecen  uvas", son remedo, imitación fraudulenta; los necios seres humanos, hundidos hasta tal punto, en su ignorancia, que los hace la única medida de todo, los contumaces que se auto sepultaron, para la eternidad en el infierno, porque su pequeñez les impide venir ante la cruz, morir a su estupidez, y ser cambiados de cadáveres, a personas, de tal tamaño, porque crecen sin parar, crecen todos los días.  

Juan 15: 1/10 1»Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el que la cultiva. 2 Si alguna de mis ramas no da uvas, la corta; pero a todas las ramas que dan fruto, las poda para que den todavía más fruto. 3 »Ustedes ya están limpios a causa de la palabra que les he dado. 4 Sigan unidos a mí, y yo seguiré unido a ustedes. Así como una rama no puede dar fruto por sí misma, separada de la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si están separados de mí. 5 »Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que está unido a mí, como yo estoy unido a él, dará mucho fruto. Si están separados de mí no pueden hacer nada. 

6 El que no está unido a mí lo echan fuera y se seca. Así como le pasa a las ramas que se recogen, se echan al fuego y se queman. 7 Si ustedes siguen unidos a mí y mis palabras permanecen en ustedes, pueden pedir lo que quieran y se les dará. 8 Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y de esa manera muestran que son mis discípulos. 9 »Así como el Padre me ama a mí, así también yo los amo a ustedes. No se aparten de mi amor. 10 Si obedecen mis mandamientos, no se apartarán de mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y su amor no se aparta de mí. NBV. 

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