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Jueces 19: 20/24 20 El anciano dijo: —No puedes pasar la noche en la plaza. Eres bienvenido en mi casa, yo me haré cargo de todo lo que necesites. 21 Entonces el anciano llevó a los tres viajeros a su casa, les dio comida a los burros y luego se lavaron los pies, comieron y bebieron 22 Cuando todos estaban muy contentos, unos degenerados rodearon la casa y dando golpes en la puerta dijeron: —Saca al hombre que tienes en tu casa, queremos tener relaciones sexuales con él. 23 El dueño de la casa salió y dijo: —No hagan esa maldad. Este hombre es un invitado en mi casa. No cometan ese terrible pecado.[a] 24 Miren, aquí está mi hija que nunca ha tenido relaciones sexuales, y también está la concubina de este hombre. Pueden hacer lo que quieran con ellas, pero no cometan ese terrible pecado contra este hombre. PDT.
... fruto, acumulación de resultados producto de la "realización humana", en el contexto del mundo, el bagaje del que se enorgullece la oscura naturaleza humana, compuesta por el cuerpo que gobierna la mente-alma_, ese rezago de la tragedia, que dejó convertida a la humanidad, en la explicación a la palabra pecado, en tal nivel que los idiomas no son suficientes para describir lo que es capaz de cometer esa especie conocida como especie humana.
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