AMOR?,... al dinero

1 de Timoteo 6: 10

10porque el amor al dinero es la raíz de todos los males. Hay quienes se apartaron de la fe movidos por la codicia, y al fin se vieron traspasados por dolores inagotables.

Conforme a la Palabra, tenemos que meditar sobre la forma como se manifiesta en este mundo el manejo del dinero por todos los que solo aman la riqueza y lo que esta les puede proporcionar. Un mundo en el que lo que vale es temporal, lo que produce felicidad es perversión y lo que la gente busca satisfacer son sus instintos meramente carnales.

Las manos que usan el dinero para satisfacer todo aquello que Satanás le ofreció al creador( Lucas 4: 1/13), solo atraerán para si y para los que son como ellos, o al menos aspiran a ser iguales, dolores y quebrantos que los conducirán a la perdición. Si queremos un ejemplo tenemos el mejor al levantarnos cada mañana yu escuchar las notcias en este comienzo del siglo 21.

Todos los que ayer se jactaban de su riqueza y de su poder, tanto en los Estados Unidos como en el resto del mundo, han sido humillados y puestos en ridiculo como dice la Palabra, porque se atrevieron a confiar en las riquezas olvidándose del unico Dios, que puede bendecir aún con cosas materiales. Las corporaciones mas grandes de la tierra, han caido;... dice la palabra, Proverbios 16: 18 18Delante de la destrucción va el orgullo, y delante de la caída, la altivez de espíritu.

Ser capaces de todo por lograr el propio enriquecimiento, es la codicia necia que daña y corrompe la mente del egoísta que así procede, hasta llegar a destruirse y perderse por completo.
Todo esto no podría ser diferente, debido a que lo que ha estado ocurriendo en verdad es que tal individuo, ha llegado a desarrollar amor por la riqueza, por el dinero, que conforme a 1 de Timoteo 6: 9 9pero los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas que hunden a los hombres en destrucción y perdición, es prueba de que no se conoce ni se ama a si mismo, por lo tanto no ama a persona alguna y naturalmente no ama a Dios, que exige según su naturaleza que lo amemos por encima de todo lo demás.