Tiempo para Adaptarse

Lucas 15: 11/17
11Ün hombre tenía dos hijos —continuó Jesús—. 12El menor de ellos le dijo a su padre: "Papá, dame lo que me toca de la herencia." Así que el padre repartió sus bienes entre los dos. 13Poco después el hijo menor juntó todo lo que tenía y se fue a un país lejano; allí vivió desenfrenadamente y derrochó su herencia. 14»Cuando ya lo había gastado todo, sobrevino una gran escasez en la región, y él comenzó a pasar necesidad. 15Así que fue y consiguió empleo con un ciudadano de aquel país, quien lo mandó a sus campos a cuidar cerdos. 16Tanta hambre tenía que hubiera querido llenarse el estómago con la comida que daban a los cerdos, pero aun así nadie le daba nada. 17Por fin recapacitó y se dijo: "¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen comida de sobra, y yo aquí me muero de hambre! Nueva Versión Internacional


No hay nada que le cueste mas a la condición humana, que romper la rutina, en la que sus sentidos y deseos, se cumplen sin mucho esfuerzo. Por esta razón son muy pocos los que deciden pagar el costo de romper la rutina, y enfrentarse a algo “nuevo”, porque la mayoría se conformarán, inclusive con vivir en dificultades, porque esa es la rutina de sus vidas.

La rutina en que vive la humanidad, se compone de varios asuntos, en los que todos participan. Matrimonio, estudio, trabajo, diversión, religión. Pero hay algo que es muy importante, y en lo que casi nunca pensamos. Nada de lo que hacemos para casarnos y para estudiar y para trabajar y para divertirnos y para la religión, es algo que ocurre por nuestro propio esfuerzo.

Nacemos en una casa, en la que nos crían, crecemos y nos damos cuenta, que los adultos, en su rutina, ya tienen preparado lo que será nuestro propio matrimonio, la escuela a la que iremos a estudiar, y luego de estudiar, están listos los lugares en que vamos a trabajar, y los lugares a los que vamos a practicar religión.

Cada situación es el resultado de la rutina en la que viven los que vinieron antes de nosotros, que nos heredan sus rutinas, y que nosotros también heredaremos, cuando la rutina, nos deja en frente de uno o varios hijos. !Que increíble comodidad y que falta de esfuerzo individual!

Sin embargo una muy pequeña minoría, superará la rutina terrenal, y como hizo el hijo que abusivamente, malgastó, la vida y el dinero que le pertenecian a su Padre, recapacitarán y decidirán "volvera a Casa". decididos por romper la rutina, en la que lo maximo que hacian, era cambiar de esposo-a, cambiar de trabajo, cambiar de lugar de estudio, cambiar el lugar de diversión y cambiar el lugar de sus practicas religiosas, todo ello sin ningún aporte de ellos en lo personal.

Esa pequeña minoria, tendrá sus ojos puestos en una "nueva forma de Vida, que solo se vive en la Casa del Padre y que empieza aqui en la tierra, son los que asumen el altísimo costo de iniciar, el tiempo que se necesario, para adaptarse, a ese nuevo y definitivo estilo de vida.

Durante ese tiempo de adaptacion, estan apoyados, desde el centro de sus corazones, por Cristo Jesús, que es el único que conoce esa nueva vida, y que hará posible que la rutina, desaparezca, porque cada dia, será el comienzo de una nueva experiencia, sostenidos por el poder del Espiritu Santo, que con su unción, mantiene vivo en cada persona a su Señor y Salvador Cristo Jesus, para que el Padre Celestial sea honrado y santificado y glorificado.

Juan 14: 1/3
1No estéis preocupados. ¿Creéis en Dios? Pues creed también en mí. 2Allá, en la casa de mi Padre, hay muchas moradas; si así no fuera, os lo habría dicho. Ahora voy a preparar un lugar para cuando vayáis vosotros. 3Cuando me haya ido y ya todo esté dispuesto, volveré y os llevaré conmigo, para que siempre estéis donde yo esté. Castilian

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