Hacerla Nuestra, ...
Mateo 6: 9 Por eso, ustedes deben orar así: “Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. RVC.
... fue lo que Cristo Jesús, quiso cuando enseñó a los miembros de la iglesia naciente, que le pidieron que los enseñara a orar. La voz Del Sagrado Maestro, abrió el espacio para que cada uno de los que decidiera comunicarse con su Padre, lo hiciera de manera personal.
Si repetimos lo que Cristo Jesús enseño en forma general; "Santificado sea tu nombre", no es nuestra oración, porque lo que estamos expresando, es el deseo de que "alguien" lo haga, que alguien Santifique el nombre de Dios. Pero que distinto es cuando se cumple lo que nuestro Señor y Salvador enseño.
"Yo Padre que estas en el cielo, decido que tu nombre sea Santificado, mediante mi manera de vivir, mediante mis pensamientos, mediante mi amor, todo enmarcado por lo esencial, que es obedecerte humildemente". El modelo de "forma para comunicarnos con nuestro Padre Celestial", que nos dio Cristo Jesús es idéntico a nuestra "personal declaración de fe".
No podemos olvidar que tan distinto es que alguien diga: Cristo es el Señor y Salvador de la humanidad, a que se lo oiga declarar; "Cristo es Mi Señor y Mi Salvador". El diablo mismo se camufla pronunciando algo que le hace temblar pero que no acepta: Santiago 2: 19 Tú crees que Dios es uno (que hay un solo Dios). Haces bien; también los demonios creen, y tiemblan. NBLH.
Decidir Santificar el Nombre de Dios, solo es posible por medio de nuestra forma de vida, que opera en la obediencia a sus mandamientos, es decir al marco en que la vida debe ser vivida, de lo que en perfecto contraste con los demonios, Cristo Jesús es el Modelo único.
Juan 15: 7/10 Si permanecen en mí, y mis palabras permanecen en ustedes, pidan todo lo que quieran, y se les concederá. En esto es glorificado mi Padre: en que lleven mucho fruto, y sean así mis discípulos. Así como el Padre me ha amado, así también yo los he amado a ustedes; permanezcan en mi amor. Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor; así como yo he obedecido los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. RVC.
... fue lo que Cristo Jesús, quiso cuando enseñó a los miembros de la iglesia naciente, que le pidieron que los enseñara a orar. La voz Del Sagrado Maestro, abrió el espacio para que cada uno de los que decidiera comunicarse con su Padre, lo hiciera de manera personal.
Si repetimos lo que Cristo Jesús enseño en forma general; "Santificado sea tu nombre", no es nuestra oración, porque lo que estamos expresando, es el deseo de que "alguien" lo haga, que alguien Santifique el nombre de Dios. Pero que distinto es cuando se cumple lo que nuestro Señor y Salvador enseño.
"Yo Padre que estas en el cielo, decido que tu nombre sea Santificado, mediante mi manera de vivir, mediante mis pensamientos, mediante mi amor, todo enmarcado por lo esencial, que es obedecerte humildemente". El modelo de "forma para comunicarnos con nuestro Padre Celestial", que nos dio Cristo Jesús es idéntico a nuestra "personal declaración de fe".
No podemos olvidar que tan distinto es que alguien diga: Cristo es el Señor y Salvador de la humanidad, a que se lo oiga declarar; "Cristo es Mi Señor y Mi Salvador". El diablo mismo se camufla pronunciando algo que le hace temblar pero que no acepta: Santiago 2: 19 Tú crees que Dios es uno (que hay un solo Dios). Haces bien; también los demonios creen, y tiemblan. NBLH.
Decidir Santificar el Nombre de Dios, solo es posible por medio de nuestra forma de vida, que opera en la obediencia a sus mandamientos, es decir al marco en que la vida debe ser vivida, de lo que en perfecto contraste con los demonios, Cristo Jesús es el Modelo único.
Juan 15: 7/10 Si permanecen en mí, y mis palabras permanecen en ustedes, pidan todo lo que quieran, y se les concederá. En esto es glorificado mi Padre: en que lleven mucho fruto, y sean así mis discípulos. Así como el Padre me ha amado, así también yo los he amado a ustedes; permanezcan en mi amor. Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor; así como yo he obedecido los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. RVC.
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