Así obra, ...

2 de Corintios 5: 21 Cristo no cometió pecado alguno; pero por causa nuestra, Dios lo hizo pecado, para hacernos a nosotros justicia de Dios en Cristo. DHH.

... la Justicia de Dios sobre la tierra, se hace por medio de cada uno de los que muere con Cristo Jesús en la cruz, eliminado el pecado para que la santidad, que es justicia, sea mérito Unicamente de Dios, porque los cristianos no son santos, es decir justos porque haya mérito alguno en ellos, sino porque su justicia es Cristo Jesús y es en Cristo en quien son santos, la fe de los cristianos no descansa en lo que son, sino en lo que Cristo Jesús Es.   

Galatas 2: 19/20 Yo estoy muerto por causa de la ley, pero ahora vivo para Dios. Estoy crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí. Y esta vida que ahora tengo la vivo por mi fe en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó por mí. NBD.

Romanos 3: 23/26 todos han pecado y están lejos de la presencia gloriosa de Dios. Pero Dios, en su bondad y gratuitamente, los hace justos, mediante la liberación que realizó Cristo Jesús. Dios hizo que Cristo, al derramar su sangre, fuera el instrumento del perdón. Este perdón se alcanza por la fe. Así quería Dios mostrar cómo nos hace justos: perdonando los pecados que habíamos cometido antes, porque él es paciente. Él quería mostrar en el tiempo presente cómo nos hace justos; pues así como él es justo, hace justos a los que creen en Jesús. DHH.

Eclesiastés 5: 8 Cuando veas que en una provincia hay opresión contra los pobres, que reina la injusticia y se violan los derechos de los pobres, no te sorprendas porque a un alto funcionario lo protege otro más alto y a ambos los protegen otros superiores. PDT.

Isaías 1: 21/23 Miren cómo Jerusalén, que antes era tan fiel, se ha convertido en una prostituta. Antes era el centro de la justicia y la rectitud, pero ahora está repleta de asesinos. Antes eras como la plata pura, ahora te has vuelto como escoria sin valor. Antes eras pura, ahora eres como el vino diluido en agua. Tus líderes son rebeldes, compañeros de ladrones. A todos ellos les encantan los sobornos y exigen que se los den, pero se niegan a defender la causa de los huérfanos y a luchar por los derechos de las viudas. NTV.

Mateo 5: 6 »Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque serán satisfechos. DHH. Pues con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se reconoce a Jesucristo para alcanzar la salvación. Romanos 10:10 DHH.

Comentarios

Entradas populares