Cara a cara, ...

Galatas 3: 26/27 Ahora todos ustedes son hijos de Dios por medio de la fe en Cristo Jesús. Porque todos los que han sido bautizados en Cristo, se han revestido de él. NBD.

...frente a frente, de Padre a hijos, con la frescura de la dignidad en sus rostros, los hijos descansan en la soberanía todopoderosa de su Padre Celestial, que en los méritos de Cristo Jesús, disfrutan de su relación personal con El, centrados en el privilegio inconmensurable de estar cumpliendo su Voluntad, al cumplir con el objetivo de Vida que Cada uno recibió, al comenzar su nueva vida.

Galatas 4: 6/7 Y prueba de que ustedes son hijos es que Dios ha enviado el Espíritu de su Hijo a sus corazones; y el Espíritu clama: “¡Abba!”, es decir, “¡Padre!”. Así que ya no eres esclavo, sino hijo. Y como hijo que eres, Dios te ha declarado también heredero. BHTI.

Tito 3: 6/7 Pues por medio de Jesucristo nuestro Salvador nos dio en abundancia el Espíritu Santo, para que, después de hacernos justos por su bondad, tengamos la esperanza de recibir en herencia la vida eterna. DHH.

Efesios 2: 10 Lo que somos, a Dios se lo debemos. Él nos ha creado por medio de Cristo Jesús, para que hagamos el bien que Dios mismo nos señaló de antemano como norma de conducta. BHTI.

1 de Juan 5: 1/5 Si creen ustedes que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios y el Salvador, ustedes son hijos de Dios. Y el que ama al padre ama también a los hijos. Así que podemos medir el amor que sentimos hacia los hijos de Dios, hermanos nuestros en la fe, por el amor que sentimos hacia Dios y la obediencia que le rendimos. Amar a Dios es obedecer sus mandamientos; y esto no es difícil, porque el que es hijo de Dios puede vencer el pecado y las inclinaciones al mal, confiando en la ayuda que Cristo puede ofrecerle. ¡Nadie podrá jamás vencer en esta lucha sin creer que Jesús es el Hijo de Dios! NBD.

2 de Corintios 2: 14/16 Demos gracias a Dios, quien por medio de Cristo nos lleva siempre en su desfile triunfal. A través de nosotros, esparce por todas partes el conocimiento acerca de él, como si fuera una suave fragancia. Nosotros somos el incienso de suave fragancia que es ofrecido a Dios por medio de Cristo. Esa fragancia se esparce entre los que se salvan y entre los que van por el camino de la destrucción. Para los que van hacia la destrucción, somos el olor de muerte que lleva a la muerte. Para los que se salvan, somos el olor de vida que lleva a la vida. ¿Y quién está calificado para llevar a cabo el trabajo de esparcir el conocimiento de Dios? PDT.

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