Aceptar, ...

Marcos 1: 17/19 Les dijo Jesús: —Síganme, y yo haré que ustedes sean pescadores de hombres. Al momento dejaron sus redes y se fueron con él. Un poco más adelante, Jesús vio a Santiago y a su hermano Juan, hijos de Zebedeo, que estaban en una barca arreglando las redes. En seguida los llamó, y ellos dejaron a su padre Zebedeo en la barca con sus ayudantes, y se fueron con Jesús. DHH.

... la invitación de Cristo Jesús , cuando en el tempo preciso y uno por uno, nos dice ¡sigueme¡ perseverando para fortalecer la relación personal que Dios establece con cada uno, es el lo que hace aquel o aquella que en uso de su libre albedrío, decidió entregar toda su voluntad, a cumplir con la Voluntad de Dios, estos son los redimidos por la sangre y vueltos a la vida en la cruz y en la tumba vacía, de Cristo Jesús, y reciben el nombre de cristianos.

Mateo 10: 3/39 »El que ama a su papá o a su mamá más que a mí, no es digno de mí. El que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí. El que no acepta la cruz que se le entrega al seguirme, no merece ser de los míos. El que se aferra a su vida, la perderá; pero el que dé su vida por mí, la encontrará. PDT. 

Mateo 9: 9 Jesús continuó su camino. Al pasar vio a un hombre llamado Mateo * que estaba sentado en su despacho de recaudación de impuestos, y le dijo: — Sígueme. Mateo se levantó y lo siguió. BHTI.

Marcos 10: 18/22 Jesús le contestó: —¿Por qué me llamas bueno? Bueno solamente hay uno: Dios. Ya sabes los mandamientos: “No mates, no cometas adulterio, no robes, no digas mentiras en perjuicio de nadie ni engañes; honra a tu padre y a tu madre.” El hombre le dijo: —Maestro, todo eso lo he cumplido desde joven. Jesús lo miró con cariño, y le contestó: —Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres. Así tendrás riqueza en el cielo. Luego ven y sígueme. El hombre se afligió al oír esto; y se fue triste, porque era muy rico. DHH.

Lucas 9: 57/62 Cuando iban por el camino, alguien le dijo: —Te seguiré a dondequiera que vayas. Jesús le respondió: —Las zorras tienen guaridas y las aves tienen nidos, pero el Hijo del hombre no tiene ni donde recostar la cabeza. En otra ocasión, a otro le dijo: —Sígueme. Él le contestó: —Señor, primero déjame ir a enterrar a mi padre. Jesús le respondió: —Deja que los muertos entierren a sus propios muertos. Tu deber es ir y anunciar el reino de Dios. Otro le dijo: —Señor, yo te seguiré, pero primero déjame ir a despedirme de mi familia. Jesús le respondió: —El que pone la mano en el arado y vuelve la vista atrás no es útil para el reino de Dios. NBD.

Mateo 6: 20/21 20 Es mejor que amontonen riquezas en el cielo. Allí nada se echa a perder ni la polilla lo destruye. Tampoco los ladrones pueden entrar y robar. 21 Recuerden que la verdadera riqueza consiste en obedecerme de todo corazón. TLA. 

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