David, ..

2 de Samuel 11: 2/5 Una tarde, después de tomar la siesta, David se levantó y comenzó a caminar por la terraza del palacio. Mientras contemplaba la ciudad, vio a una mujer muy hermosa, que se estaba bañando. Envió a investigar el nombre de ella y supo que era Betsabé, hija de Elián y esposa de Urías el hitita. David la mandó a buscar. Cuando Betsabé llegó, David se acostó con ella. Betsabé apenas acababa de completar los ritos de la purificación después de la menstruación. Después regresó a su casa. Cuando se dio cuenta de que había quedado embarazada, envió un recado a David para informárselo. NBD.

... pecó, el niño murió; David y su cómplice Betsabé son puestos por la Justicia de Dios en un escenario que muestra "el ambiente", en el que los hechos sucedieron: lujuria, erotismo, adulterio, vagancia-ocio-, asesinato, traición, mentira, manipulación, pérdida de de la autoridad concedida por Dios, complicidad con los que niegan y blasfeman a Dios, ejercicio del poder para conseguir "satisfacciones personales-prevaricato-", incitar al reino y sus vecinos a imitar su conducta, pérdida de la relación con la gente y principalmente con Dios, en una palabra David y Betsabé pecaron.

1 de Samuel 2: 23/25 Elí les dijo: «He oído lo que la gente dice acerca de las cosas perversas que ustedes hacen. ¿Por qué siguen pecando? ¡Basta, hijos míos! Los comentarios que escucho del pueblo del S eñor no son buenos. Si alguien peca contra otra persona, Dios puede mediar por el culpable. Pero si alguien peca contra el S eñor, ¿quién podrá interceder?». Sin embargo, los hijos de Elí no hicieron caso a su padre, porque el S eñor ya había decidido quitarles la vida. NTV.

1 de Samuel 15: 22/23 Samuel respondió: — ¿Acaso el Señor valora más los holocaustos y sacrificios que la obediencia a su palabra? Mira, la obediencia vale más que el sacrificio y la docilidad más que la grasa de carneros. En cambio, la rebeldía es como el pecado de espiritismo, y la arrogancia, como el delito de idolatría. Puesto que has rechazado la palabra del Señor, él te rechaza como rey. BHTI.

Juan 3: 16/21 Tanto amó Dios al mundo, que no dudó en entregarle a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino tenga vida eterna. Pues no envió Dios a su Hijo para dictar sentencia de condenación contra el mundo, sino para que por medio de él se salve el mundo. El que cree en el Hijo no será condenado; en cambio, el que no cree en él, ya está condenado por no haber creído en el Hijo único de Dios. La causa de esta condenación está en que, habiendo venido la luz al mundo, los seres humanos prefirieron las tinieblas a la luz, pues su conducta era mala. En efecto, todos los que se comportan mal, detestan y rehuyen la luz, por miedo a que su conducta quede al descubierto. En cambio, los que actúan conforme a la verdad buscan la luz para que aparezca con toda claridad que es Dios quien inspira sus acciones. BHTI.

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