Moneda, ...
Mateo 6: 19/21 »No amontonen riquezas aquí en la tierra, donde la polilla destruye y las cosas se echan a perder, y donde los ladrones entran a robar. Más bien amontonen riquezas en el cielo, donde la polilla no destruye ni las cosas se echan a perder ni los ladrones entran a robar. Pues donde esté tu riqueza, allí estará también tu corazón. DHH.
... de cambio con la que todo se compra y todo se vende es el Ego, el egoísmo obra a la sombra cometiendo el delito de acaparamiento guiado por el dios de este mundo; el ego es el feo, el viejo hombre que se cree el amo, el que todo lo merece, el que ve a los semejantes como sus esclavos, su inversión es rodearse de "tierra". Pero el Siervo, es la Moneda con la que Dios Bendice familias, barrios, pueblos, naciones; el siervo tiene Señor, tiene Dueño, el siervo le pertenece a su Señor y Salvador, es el nuevo hombre que invierte su nueva vida en el cielo.
1 de Pedro 1: 18/19 Pues ustedes saben que Dios pagó un rescate para salvarlos de la vida vacía que heredaron de sus antepasados. Y el rescate que él pagó no consistió simplemente en oro o plata sino que fue la preciosa sangre de Cristo, el Cordero de Dios, que no tiene pecado ni mancha. NTV.
Mateo 6: 24 »Nadie puede servir a dos patrones al mismo tiempo. Odiará a uno y amará al otro, o se dedicará a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir al mismo tiempo a Dios y a las riquezas. PDT.
Marcos 4: 18/19 Otros son como la semilla sembrada entre espinos: oyen el mensaje, pero los negocios de la vida presente les preocupan demasiado, el amor por las riquezas los engaña, y quisieran poseer todas las cosas. Todo esto entra en ellos, y ahoga el mensaje y no lo deja dar fruto. DHH.
Lucas 12: 16/21 Entonces les contó esta parábola: «Había un hombre rico, cuyas tierras dieron una gran cosecha. El rico se puso a pensar: “¿Qué haré? No tengo dónde guardar mi cosecha.” Y se dijo: “Ya sé lo que voy a hacer. Derribaré mis graneros y levantaré otros más grandes, para guardar en ellos toda mi cosecha y todo lo que tengo. Luego me diré: Amigo, tienes muchas cosas guardadas para muchos años; descansa, come, bebe, goza de la vida.” Pero Dios le dijo: “Necio, esta misma noche perderás la vida, y lo que tienes guardado, ¿para quién será?” Así le pasa al hombre que amontona riquezas para sí mismo, pero es pobre delante de Dios.» DHH.
... de cambio con la que todo se compra y todo se vende es el Ego, el egoísmo obra a la sombra cometiendo el delito de acaparamiento guiado por el dios de este mundo; el ego es el feo, el viejo hombre que se cree el amo, el que todo lo merece, el que ve a los semejantes como sus esclavos, su inversión es rodearse de "tierra". Pero el Siervo, es la Moneda con la que Dios Bendice familias, barrios, pueblos, naciones; el siervo tiene Señor, tiene Dueño, el siervo le pertenece a su Señor y Salvador, es el nuevo hombre que invierte su nueva vida en el cielo.
1 de Pedro 1: 18/19 Pues ustedes saben que Dios pagó un rescate para salvarlos de la vida vacía que heredaron de sus antepasados. Y el rescate que él pagó no consistió simplemente en oro o plata sino que fue la preciosa sangre de Cristo, el Cordero de Dios, que no tiene pecado ni mancha. NTV.
Mateo 6: 24 »Nadie puede servir a dos patrones al mismo tiempo. Odiará a uno y amará al otro, o se dedicará a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir al mismo tiempo a Dios y a las riquezas. PDT.
Marcos 4: 18/19 Otros son como la semilla sembrada entre espinos: oyen el mensaje, pero los negocios de la vida presente les preocupan demasiado, el amor por las riquezas los engaña, y quisieran poseer todas las cosas. Todo esto entra en ellos, y ahoga el mensaje y no lo deja dar fruto. DHH.
Lucas 12: 16/21 Entonces les contó esta parábola: «Había un hombre rico, cuyas tierras dieron una gran cosecha. El rico se puso a pensar: “¿Qué haré? No tengo dónde guardar mi cosecha.” Y se dijo: “Ya sé lo que voy a hacer. Derribaré mis graneros y levantaré otros más grandes, para guardar en ellos toda mi cosecha y todo lo que tengo. Luego me diré: Amigo, tienes muchas cosas guardadas para muchos años; descansa, come, bebe, goza de la vida.” Pero Dios le dijo: “Necio, esta misma noche perderás la vida, y lo que tienes guardado, ¿para quién será?” Así le pasa al hombre que amontona riquezas para sí mismo, pero es pobre delante de Dios.» DHH.
Comentarios
Publicar un comentario