¿Podras, ...

Lucas 18: 13 »En cambio, el cobrador de impuestos estaba de pie a cierta distancia. Cuando oró ni siquiera levantó la vista al cielo, sino que se golpeaba el pecho para mostrar que estaba arrepentido, y decía: “¡Dios, ten compasión de mí porque soy un pecador!” PDT. 

... perdonarme Señor? Sí Yo te perdono, has venido a Mi, para responder personalmente por tu manera de "vivir", te sometes individualmente a Mi para salir de lo general que la gente llama pecado, porque ahora sabes que pecado es resistir, es demorar la transformación que ha de ocurrir al aceptarme como tu Señor, sabes que pecar es insistir en ser lo que la tradición y la religión han hecho de ti, evitando ser la persona que Yo anhelo que seas. 

Estas aquí porque me has visto como me vió Dimas, que es el contraste con la forma como me ven y te ven los seres humanos que son pecado, porque no hay ni uno que sea justo; tu arrepentimiento personal que es la convicción de haberme ofendido con tu conducta, deja claro quien eres tu y quien Soy Yo, y en esta comunión, el poder del Espíritu Santo, doblegara tu antigua naturaleza, para que tu seas reflejo de Mi Carácter.

Mateo 7: 1/5 »No juzguen a los demás, para que Dios no los juzgue a ustedes, porque de la manera como juzguen a otros, así Dios los juzgará a ustedes; Dios los va a tratar de la misma forma en que ustedes traten a los demás. ¿Cómo te atreves a mirar la paja que está en el ojo de tu hermano, si tienes una viga en el tuyo? ¿Cómo le pedirás a tu amigo que te deje sacarle la paja que tiene en su ojo, si la viga que tienes en el tuyo no te deja ver? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga que tienes en tu ojo, para que puedas ver bien cuando estés sacando la paja del ojo de tu hermano. NBD.    

Juan 8: 2/11 Al amanecer fue otra vez al área del templo, y toda la gente se le acercó. Jesús se sentó y empezó a enseñarles. Los maestros de la ley y los fariseos le llevaron una mujer que había sido sorprendida cometiendo adulterio. La pusieron en medio de ellos y le dijeron a Jesús: —Maestro, esta mujer fue sorprendida cometiendo adulterio. Moisés nos ordenó en su ley que matemos a pedradas a la mujer que haga esto. ¿Tú qué dices? Ellos le decían esto para ponerlo a prueba. Buscaban algo de qué acusarlo. Él se agachó y empezó a escribir en el suelo con el dedo. Ellos seguían preguntándole lo mismo. Así que se puso de pie y les dijo: —El que nunca haya pecado que tire la primera piedra. Se volvió a agachar y siguió escribiendo en el suelo. Al escuchar esto, se empezaron a ir de uno en uno y los más viejos se fueron primero. Jesús se quedó solo con la mujer que todavía estaba allí parada. Jesús se puso de pie y le dijo: —Mujer, ¿dónde están ellos? ¿Alguien te condenó? Ella dijo: —Nadie, Señor. Jesús le dijo: —Tampoco yo te condeno. Vete y de ahora en adelante no peques más. PDT.

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