! Declinó !, ...

Marcos 10: 21/23 21 Jesús miró al hombre y sintió profundo amor por él. —Hay una cosa que todavía no has hecho —le dijo—. Anda y vende todas tus posesiones y entrega el dinero a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Después ven y sígueme. 22 Al oír esto, el hombre se desanimó y se fue triste porque tenía muchas riquezas. NBD.

... rechazó el reto con el que fue desafiado por el Creador; aquel hombre ignorante de Dios, pero muy conocedor de los asuntos sociales y religiosos, ese joven exitoso, que en su prosperidad asalta el orden espiritual, en que deambula, creyendo con ingenuidad que una cosa es la "vida" en la que él decide lo que hay y lo que se debe hacer y otra es la práctica de ejercicios religiosos que celebra teniendo en mente "los mandamientos", que le son recordados por Cristo Jesús, de los que el hombre solo atina a "hipocrisar", afirmando que los "cumple desde su juventud".

El oscuro y profundo amor por su odio "personal", nubla el amor del Creador; la nube se hace densa, al verse descubierto, al quedar en evidencia ante Dios y ser llevado a ejercer soberanamente su libre albedrio, para decidir morir a la existencia estéril social y religiosa, obrando según su criterio, para nacer a la mas extraordinaria realidad llamada vida; no se puede entender de otra manera, pues la Voz del Creador, dijo Sigueme; serás por tanto como Yo, obraras según Mi Criterio, lo harás por amor, porque solo el amor se abandona por completo, para entregarse a Mi. 

1 de Timoteo 6: 3/10 Puede ser que algunas personas nos contradigan, pero lo que enseñamos es la sana enseñanza de nuestro Señor Jesucristo, la cual conduce a una vida de sumisión a Dios. Cualquiera que enseñe algo diferente es arrogante y le falta entendimiento. Tal persona tiene el deseo enfermizo de cuestionar el significado de cada palabra. Esto provoca discusiones que terminan en celos, divisiones, calumnias y malas sospechas. Individuos como estos siempre causan problemas. Tienen la mente corrompida y le han dado la espalda a la verdad. Para ellos, mostrar sumisión a Dios es solo un medio para enriquecerse.  

 Ahora bien, la verdadera sumisión a Dios es una gran riqueza en sí misma cuando uno está contento con lo que tiene. Después de todo, no trajimos nada cuando vinimos a este mundo ni tampoco podremos llevarnos nada cuando lo dejemos. Así que, si tenemos suficiente alimento y ropa, estemos contentos. Pero los que viven con la ambición de hacerse ricos caen en tentación y quedan atrapados por muchos deseos necios y dañinos que los hunden en la ruina y la destrucción. 10 Pues el amor al dinero es la raíz de toda clase de mal; y algunas personas, en su intenso deseo por el dinero, se han desviado de la fe verdadera y se han causado muchas heridas dolorosas. NTV.   

Comentarios

Entradas populares