! Elevados !, ...

Hebreos 7: 23/25 23 Los sacerdotes anteriores eran más numerosos porque la muerte les impedía continuar, 24 pero Jesús conserva Su sacerdocio inmutable (intransferible) puesto que permanece para siempre. 25 Por lo cual El también es poderoso para salvar para siempre[a] a los que por medio de El se acercan a Dios, puesto que vive perpetuamente para interceder por ellos. NBLH. Dios lo envió para liberar a todos los que teníamos que obedecer la ley, y luego nos adoptó como hijos suyos. Ahora, como ustedes son sus hijos, Dios ha enviado el Espíritu de su Hijo a vivir en ustedes. Por eso, cuando oramos a Dios, el Espíritu nos permite llamarlo: «Papá, querido Papá». Galatas 4: 5/6. TLA.


... al nivel Espiritual de Dios, del Creador, restaurados en espíritu, son de nuevo seres integrales; cuerpo alma-mente y Espíritu; los que descendieron al nivel de la mente-alma-cuando murieron, los que fueron compulsados por el asesino, destructor, ladrón y mentiroso a entender y creer que la existencia es vida y que esa "vida", consiste en, dejar fluir las emociones, los sentimientos, las circunstancias, los hechos "fortuitos", las casualidades, estableciéndolas como la razón de la vida, como el "propósito" de la misma, manipulados para aceptar que nada de "todo eso", es por causa de ellos, por lo que han de obrar según su "criterio" para solucionarlas, criterio que es pecado. 


Hebreos 7: 26/28  26 Un sumo sacerdote así era el que nosotros necesitábamos: santo, inocente, incontaminado, sin connivencia con los pecadores y encumbrado hasta lo más alto de los cielos. 27 No como los demás sumos sacerdotes que necesitan ofrecer sacrificios a diario, primero por sus propios pecados y después por los del pueblo. Jesús lo hizo una vez por todas ofreciéndose a sí mismo. 28 La ley de Moisés, en efecto, constituye sumos sacerdotes a personas frágiles, mientras que la palabra de Dios, confirmada con juramento y posterior a la ley, constituye al Hijo sacerdote perfecto para siempre. BLP.


1 de Corintios 2: 14/16 14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son una locura; y tampoco las puede entender, porque tienen que discernirse espiritualmente. 15 En cambio, el hombre espiritual juzga todas las cosas, pero él no está sujeto al juicio de nadie. 16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿O quién podrá instruirlo? Pero nosotros tenemos la mente de Cristo. RVC. El amor de Dios alcanza su verdadera perfección en aquel que cumple su palabra; así precisamente conocemos que vivimos unidos a Dios, BLP. Los que dicen que viven en Dios deben vivir como Jesús vivió. NTV. 1 de Juan 2: 5/6.

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