! Imitar !, ...

2 Crónicas 36: 12/16 12 Pero Sedequías hizo lo malo a los ojos del Señor su Dios, y no se humilló delante del profeta Jeremías, que le hablaba de parte del Señor. 13 Además, se rebeló contra Nabucodonosor, al cual había jurado servir, y se empecinó en no volverse de corazón al Señor, el Dios de Israel. 14 También, todos los principales sacerdotes y el pueblo aumentaron la iniquidad e imitaron todas las repugnantes prácticas de las naciones, y contaminaron el templo del Señor, que él había santificado en Jerusalén. 15 El Señor y Dios de sus padres no dejaba de enviarles su palabra por medio de sus mensajeros, pues amaba a su pueblo y al lugar donde habitaba. 16 Pero ellos se burlaban de los mensajeros de Dios y de sus profetas, y menospreciaban sus palabras. Finalmente, la ira del Señor se encendió contra su pueblo, y ya no hubo remedio. RVC.

... la "cabeza", encubriendo lo que la cabeza "es"; el perpetrador de la decapitación de la humanidad, tomo el "lugar" en que la vida era, falseando la mente-alma-, para que asumiera la "posición de la cabeza", simulando la genuina, la autentica, consiguiendo la perfecta posición para desarrollar, la mentira, el asesinato, la destrucción, el robo, fingiendo lo que realmente es, adulterando el libre albedrio, que por error se ocupa en hacer de la imitación su estilo de "vida".

Los demonios no tienen cuerpo, porque usan el cuerpo de sus victimas, para manifestarse manipulando sus almas-mentes-; es así como edifican, como amplían desde este mundo, lo que será el mundo venidero para "ellos", pero justificándolo ante sus decapitados esclavos, con lo que se conoce como sociedad, sociedad que navega guiada por el sistema religioso, que le confirma a cada ser humano, lo que en su cadena de esclavitud llaman dios.

Romanos 6: 6/13 Sabemos que nuestro antiguo ser pecaminoso fue crucificado con Cristo para que el pecado perdiera su poder en nuestra vida. Ya no somos esclavos del pecado. Pues, cuando morimos con Cristo, fuimos liberados del poder del pecado; y dado que morimos con Cristo, sabemos que también viviremos con él. Estamos seguros de eso, porque Cristo fue levantado de los muertos y nunca más volverá a morir. La muerte ya no tiene ningún poder sobre él. 10 Cuando él murió, murió una sola vez, a fin de quebrar el poder del pecado; pero ahora que él vive, vive para la

gloria de Dios. 11 Así también ustedes deberían considerarse muertos al poder del pecado y vivos para Dios por medio de Cristo Jesús.12 No permitan que el pecado controle la manera en que viven;[a] no caigan ante los deseos pecaminosos. 13 No dejen que ninguna parte de su cuerpo se convierta en un instrumento del mal para servir al pecado. En cambio, entréguense completamente a Dios, porque antes estaban muertos pero ahora tienen una vida nueva. Así que usen todo su cuerpo como un instrumento para hacer lo que es correcto para la gloria de Dios. NTV.

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