! Hábito !, ...
1 de Tesalonicenses 4: 1/6 Por lo demás, hermanos, les rogamos y animamos en el Señor Jesús a que cada día su comportamiento sea más y más agradable a Dios, que es como debe ser, de acuerdo con lo que han aprendido de nosotros. 2 Ustedes ya conocen las instrucciones que les dimos de parte del Señor Jesús. 3 La voluntad de Dios es que ustedes sean santificados, que se aparten de toda inmoralidad sexual, 4 que cada uno de ustedes sepa tener su propio cuerpo en santidad y honor, 5 y no en pasiones desordenadas, como la gente que no conoce a Dios. 6 Ninguno debe agraviar ni engañar en nada a su hermano; porque el Señor toma en cuenta todo esto, como ya les hemos dicho y declarado. RVC.
... en el sistema religioso es la manera como han de identificarse los encargados de encabezar las prácticas que caracterizan a cada grupo, "confesión", denominación, ...; es la manera como se visten los "dignatarios" para que puedan se separados de la manera como se "visten los demás"; sin embargo se trata solo de eso, de vestidos, porque los hábitos perniciosos de su manera de existir, les son idénticos, tanto a los dignatarios como a los que los dignifican; las aguerridas tendencias de sus apetitos e instintos son su característica; el pecado es la forma como son reconocidos por el Absoluto y eterno Creador que ha investido del poder del Amor, a los que están habituados, "vestidos" con amor; "hábitos" entretejidos por el Creador en cada corazon que Lo Ha recibido.
2 de Corintios 5: 1/5 Pues sabemos que, cuando se desarme esta carpa terrenal en la cual vivimos (es decir, cuando muramos y dejemos este cuerpo terrenal), tendremos una casa en el cielo, un cuerpo eterno hecho para nosotros por Dios mismo y no por manos humanas. 2 Nos fatigamos en nuestro cuerpo actual y anhelamos ponernos nuestro cuerpo celestial como si fuera ropa nueva. 3 Pues nos vestiremos con un cuerpo celestial; no seremos espíritus sin cuerpo.[a] 4 Mientras vivimos en este cuerpo terrenal, gemimos y suspiramos, pero no es que queramos morir y deshacernos de este cuerpo que nos viste. Más bien, queremos ponernos nuestro cuerpo nuevo para que este cuerpo que muere sea consumido por la vida. 5 Dios mismo nos ha preparado para esto, y como garantía nos ha dado su Espíritu Santo. NTV.
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