!!! Fragante !!!, ...

2 de Corintios 2: 14/17 14 Así que, ¡gracias a Dios!, quien nos ha hecho sus cautivos y siempre nos lleva en triunfo en el desfile victorioso de Cristo. Ahora nos usa para difundir el conocimiento de Cristo por todas partes como un fragante perfume. 15 Nuestras vidas son la fragancia de Cristo que sube hasta Dios, pero esta fragancia se percibe de una manera diferente por los que se salvan y los que se pierden. 16 Para los que se pierden, somos un espantoso olor de muerte y condenación, pero para aquellos que se salvan, somos un perfume que da vida. ¿Y quién es la persona adecuada para semejante tarea? 17 Ya ven, no somos como tantos charlatanes[a] que predican para provecho personal. Nosotros predicamos la palabra de Dios con sinceridad y con la autoridad de Cristo, sabiendo que Dios nos observa. NTV.

... es a la Nariz de Dios, la Fragancia de su Unigénito Hijo Cristo Jesús, que sube sin cesar al cielo, fragancia que envuelve la vida que fue cifrada en el cruz, en que se consumó en términos de muerte la injusticia-pecado- cometida por los seres humanos de todos los tiempos de todos los siglos, redimiéndola como Solo El pudo, Creando la Unica "torre" que se eleva ante El Padre, pues las torres que desde Babel llenaron el mundo de injusticia, de pecado social y religioso, murieron en la cruz, Cristo Jesús murió, y les quitó el poder de muerte que ostentaban, declarando Victoria, que es vida en los que muertos a la injusticia, viven a la justicia, al amor, a la santidad.

Isaias 65: 1/6 El Señor dice: «Estaba listo para responder, pero nadie me pedía ayuda; estaba listo para dejarme encontrar, pero nadie me buscaba. “¡Aquí estoy, aquí estoy!”, dije a una nación que no invocaba mi nombre.[a] Todo el día abrí mis brazos a un pueblo rebelde.[b] Pero ellos siguen sus malos caminos y sus planes torcidos. Todo el día me insultan en mi propia cara al rendir culto a ídolos en sus huertos sagrados y al quemar incienso en altares paganos. De noche andan entre las tumbas para rendir culto a los muertos. Comen carne de cerdo y hacen guisos con otros alimentos prohibidos. Sin embargo, se dicen unos a otros:  “¡No te acerques demasiado, porque me contaminarás! ¡Yo soy más santo que tú!”. Ese pueblo es un hedor para mi nariz;  un olor irritante que nunca desaparece. NTV.     

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