! Separados !, ...

Efesios 2: 12-15  12 Recuerden que ustedes no tenían a Cristo: no eran ciudadanos de Israel, no tenían nada que ver con los pactos ni con las promesas de Dios. Ustedes vivían sin Dios en el mundo y sin ninguna esperanza. 13 Pero ahora, unidos a Jesucristo ya no están lejos de Dios porque la muerte [a] de Cristo los acercó a Dios. 14 Cristo nos trajo la paz y es quien nos ha unido a todos en un solo pueblo. Antes, los judíos y los que no son judíos se odiaban y estaban divididos como si un muro los separara, pero Cristo murió para derrumbar ese muro de odio. 15 La ley tenía muchos mandamientos y normas, pero Cristo acabó con esa ley para que los dos grupos se conviertan en un solo pueblo con él, y así hizo la paz. PDT.

… de Dios muertos espiritualmente, ignorantes por completo del Amor, porque desconocen la Vida,  incapaces para ser útiles, desérticos por naturaleza, estériles por su egoísmo, enteramente dedicados a sus mezquinas pretensiones, exuberantes en todo lo que obstaculiza a los demás, semblanza perfecta de la cizaña, de la mala hierba, que solo es ruina en el campo del que El creador espera los mejores frutos, forma y figura exacta de la imposibilidad para hacer nada, "porque separados de Mi nada pueden hacer", excepto ser arrumados luego de ser podados de la vid dada su ineptitud para amar.

Lucas 10: 25-37  25 Por entonces, un doctor de la ley, queriendo poner a prueba a Jesús, le hizo esta pregunta: — Maestro, ¿qué he de hacer para alcanzar la vida eterna? 26 Jesús le contestó: — ¿Qué está escrito en la ley de Moisés? ¿Qué lees allí? 27 Él respondió: — Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu inteligencia; y a tu prójimo como a ti mismo. 28 Jesús le dijo: — Has respondido correctamente. Haz eso y vivirás. 29 Pero el maestro de la ley, para justificar su pregunta, insistió: — ¿Y quién es mi prójimo? 30 Jesús le dijo: — Un hombre que bajaba de Jerusalén a Jericó fue asaltado por unos ladrones, que le robaron cuanto llevaba, lo hirieron gravemente y se fueron, dejándolo medio muerto. 31 Casualmente bajaba por aquel mismo camino un sacerdote que vio al herido, pero pasó de largo. 

32 Y del mismo modo, un levita, al llegar a aquel lugar, vio al herido, pero también pasó de largo. 33 Finalmente, un samaritano que iba de camino llegó junto al herido y, al verlo, se sintió conmovido. 34 Se acercó a él, le vendó las heridas poniendo aceite y vino sobre ellas, lo montó en su propia cabalgadura, lo condujo a una posada próxima y cuidó de él. 35 Al día siguiente, antes de reanudar el viaje, el samaritano dio dos denarios al posadero y le dijo: “Cuida bien a este hombre. Si gastas más, te lo pagaré a mi vuelta”. 36 Pues bien, ¿cuál de estos tres hombres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de ladrones? 37 El doctor de la ley contestó: — El que tuvo compasión de él. Y Jesús le replicó: — Pues vete y haz tú lo mismo. BLP.      

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